-Ven vamos enséñame esa cara que no quieres que vea

Esa que ocultas con el manto de la mentira y….

Ven vamos voltea, ya no quiero seguir en fantasía, ¿Por qué no lo haces? ¿Como? Explicarte, No… quien lo hizo fuiste tú…

 

Las peleas se hicieron comunes entre ambos y el amor era una fantasía sin sentido.

Eran dos personas unidas por la ignorancia del futuro. Ni si quiera la simbiosis quiso ayudarles esta vez.


Ella le pedía constantemente que El rebelase esa otra cara, esa que no queremos que nadie vea, pero es más verdad que el agua que tomas.

 

-Ya no aguanto más, parte ya mismo de aquí. Desde ahora en adelante soy una extrañ…

 

-Cómo dices que eres una extraña para mí hoy, si ya desde hace tiempo lo eres para mí. Realmente no recuerdo cuando fue la última vez que te desee, no me viene a la mente cuando fue la última vez que te bese con pasión, no encuentro el recuerdo del ayer anhelado por el presente mío. Tú no eres una extraña para mí, si no un cadáver de amor maldito que me sucumbe en la tristeza.

 

Ella llora por aquellas bombas, ella se estremece por lo que dijo.

En ese momento todos los recuerdos anhelados por él le vienen a la mente. El primer beso, la primera mirada que se dieron, la primera vez que le toco como nadie en su vida.

 

--No me hagas ver la culpable de esto-dice, intentando tragar el deseo repentino de llorar.

-Pero tampoco me lo hagas a mí.

-Separarnos es mejor que estar juntos.-Sentencia la podre chica.

 

Es increíble verlos en esta situación, a menudo lo que hago es olvidarme de su existencia y confundirme entre las sabanas de mi cuarto. El cuaderno y el lápiz son mis dos únicos confidentes en esta situación.

 

Un fuerte trancazo me distrae, me despierta del limbo en que estaba. Al parecer el se fue y ella se quedo, sola.

 

Pobre criatura, si tan solo supiera que yo también existo.